martes, 24 de marzo de 2015

2015, el año del espionaje industrial

Fuente: enigmedia.es

2014 ha sido un mal año para las PYMES en lo que a seguridad se refiere. Según datos de Karpesky Labs, los ciberataques casi se triplicaron en ese periodo, un dato que se prevee aumentará en 2015.
Organizaciones de diferentes sectores, como la administración pública, energía, telecomunicaciones, finanzas y medios de comunicación, entre otros, sufrieron ciberataques en los que se les robaron contraseñas, archivos y contenido audio-streaming, así como información de geolocalización y de cámaras web. En términos económicos, este ciberespionaje produce pérdidas anuales en torno a los 50.000 millones de euros, según datos del INCIBE.
Según los expertos el espionaje industrial se realiza de forma cada vez más sutil, lo que hace que su control sea muy difícil. Las empresas más vulnerables son las de tamaño medio, especialmente aquellas que proveen a la gran industria y que carecen, por falta de presupuestos mayores, de sistemas informáticos de defensa de élite.
 El cifrado de datos en la ‘Sociedad de la información’
Generamos y consumimos una cantidad ingente de información a la que accedemos de multiples vías y en tiempo real. Información que supone unactivo valioso para las empresas y que se debe proteger.
Aquí es donde Enigmedia aporta soluciones. Hemos desarrollado el Algoritmo Enigmedia, basado en la Teoría del caos, que es tres veces más robusto que los estándares actuales y un 95% más eficiente, lo que permite su aplicación en mercados muy diversos como el militar, sanitario, bancario, seguridad o streaming, entre otros. Pero sobre todo, una herramienta de cifrado accesible también a empresas de tamaño medio.

Uno de los productos que hemos desarrollado en base a este algoritmo es ENIGMEDIA APP.

Fuente: enigmedia.es


Enigmedia App asegura el cifrado de sus llamadas de audio y de vídeo en todos sus dispositivos (Smartphones, Tablets y PCs) con una única licencia. Se descarga fácilmente desde Google Play o la App Store de Apple. Una gran ventaja de Enigmedia App es que no requiere hardware adicional, como otros modelos de cifrado que exigen un chip específico o todo un terminal de teléfono adicional.
Esta aplicación presenta unas ventajas clave, entre otras, nuestra solución le permite ahorrar hasta un 50% en el consumo de la tarifa de datos en las llamadas de video y se pueden realizar llamadas gratuitas tanto nacionales como internacionales. Todas las llamadas se cifran por medio del Algoritmo Enigmedia de 252 bits. Más sobre Enigmedia App.
Para más información no duden en contactar con nosotros.

martes, 17 de marzo de 2015

El espionaje industrial le cuesta a las empresas alemanas 11.800 millones


El espionaje industrial ha acarreado pérdidas de hasta 11.800 millones de euros anuales a la industria alemana, se indica en un estudio difundido hoy por la consultoría Corporate Trust.
De acuerdo con ese análisis, una de cada dos firmas alemanas ha sido víctima en los dos últimos años de un caso de espionaje, o al menos de un intento de piratería industrial, y la mayoría de esos ataques procedió de Asia, el 38,8 %.
El principal objetivo de la piratería industrial son los departamentos de investigación y desarrollo, según el estudio, basado en encuestas a más de 6.700 empresas de todos los sectores empresariales, desde grandes consorcios a pymes.
Un 77,5 % de las empresas afectadas sufrió daños económicos por estos ataques, en su mayoría (un 40,5 %) evaluados entre los 10.000 y los 100.000 euros. En un 12,6 % de los casos, los daños ocasionados se situaron entre los 100.000 euros y el millón de euros y en un 4,5 %, las pérdidas superaron el millón de euros.
"El estudio evidencia hasta qué punto son reales las amenazas sobre la industria", apuntó el presidente del Departamento Federal de Protección de Datos, Hans-Georg Maassen, en declaraciones que recoge un comunicado de la consultora, con sede en Múnich.
Maassen apela a una acción coordinada entre el Estado y la propia industria para combatir esos delitos, al tiempo que recuerda que apenas una cuarta parte de esos casos o sospechas son denunciados por las propias firmas a las autoridades competentes.
El sector más proclive a sufrir la piratería industrial es el automovilístico, junto con el aeroespacial y la construcción de maquinaria, seguidos del químico, industria farmacéutica y biotecnología.
En un 38,8 % los ataques procedieron de Asia, seguidos de Rusia y del resto de antiguas repúblicas soviéticas (32,6 %), así como del este de Europa (un 31,7 %), mientras que en Norteamérica se originaron un 21,9 %.

La mayoría de los ataques se centró en los sistemas informáticos de las firmas, pero también destaca en el estudio el peso del ciberespionaje a las comunicaciones y de las filtraciones del propio personal de la empresas.

Fuente: expansion.com

miércoles, 11 de marzo de 2015

Radiografía del espionaje industrial: gobiernos, 'hackers' y respetables consultoras


 Fuente: REUTERS


En 1991, el empresario californiano Walter Liew acudió a un banquete junto a un grupo de autoridades chinas organizado por Luo Gan, un alto oficial del Partido Comunista que más tarde se convertiría en uno de los nueve poderosos miembros del politburó chino. “El objetivo (de la invitación) eraagradecer mi patriotismo” por haber hecho “contribuciones a China, por haber entregado tecnologías clave”, escribió Liew más adelante en una carta dirigida a una empresa del gigante asiático. Un borrador de esa misiva fue encontrado por investigadores del FBI en la caja fuerte de su casa.

Era la prueba que las autoridades norteamericanas estaban buscando: durante años Liew había robado información tecnológica de la empresa estadounidense Dupont, por un valor estimado de 20 millones de dólares, que después intentaría vender a Pangang Group, una empresa estatal china de Sichuan. En concreto, sustrajo la fórmula para desarrollar óxido de titanio TiO2, utilizado como pigmento blanco en multitud de productos industriales. Con esa ayuda, la firma Pangan se ahorraría toda la investigación acerca de la producción de dicha sustancia.

En el famoso ágape, según la acusación, Liew recibió las órdenes de cómo y qué secretos industriales robar, y a quién pasárselos. Ahora acaba de ser declarado culpable de 20 cargos, entre ellos la conspiración para cometer espionaje económico y robo de secretos comerciales. Junto a él, ha sido condenado también Robert Maegerle, un empleado al que Liew pagaba por información. La defensa no niega los hechos, peroasegura que lo que ambos vendían no eran secretos comerciales, y que, en todo caso, no trataban de beneficiar al Gobierno chino.
El caso de este empresario representa el viejo paradigma del espionaje industrial: una persona que, mediante métodos ilegales, obtiene información sobre unos procesos que luego vende a otra compañía, y todo bajo la batuta de un Gobierno extranjero.
Cada vez más escurridizos

Los ladrones de secretos corporativos son hoy mucho más sofisticados y difíciles de atrapar. “Desde el 11 de septiembre se ha producido un aumento radical en las actividades de espionaje industrial no perseguidas, pagadas por grandes empresas que espían de todo, desde miembros del Gobierno a otras empresas o incluso organizaciones no gubernamentales que puedan dañar sus intereses”, asegura a El Confidencial Annie Machon, antigua agente del Mi5 británico y experta en espionaje. “Empresas como Dilligence, que ha fundado uno de mis excompañeros en la inteligencia británica, u otras comoKroll, Aegis o la antigua Blackwater… Lo que hacen nadie lo revisa: son como mercenarias del espionaje industrial”.
Estas empresas, según Machon, cubrirían el espectro de la vigilancia entre grandes corporaciones, mientras que las agencias de espionaje como el GCHQ británico o la NSA estadounidense se encargarían de husmear en los Gobiernos y entidades públicas o relevantes para la seguridad nacional.



Fuente: REUTERS

En el famoso ágape, según la acusación, Liew recibió las órdenes de cómo y qué secretos industriales robar, y a quién pasárselos. Ahora acaba de ser declarado culpable de 20 cargos, entre ellos la conspiración para cometer espionaje económico y robo de secretos comerciales. Junto a él, ha sido condenado también Robert Maegerle, un empleado al que Liew pagaba por información. La defensa no niega los hechos, pero asegura que lo que ambos vendían no eran secretos comerciales, y que, en todo caso, no trataban de beneficiar al Gobierno chino.
El caso de este empresario representa el viejo paradigma del espionaje industrial: una persona que, mediante métodos ilegales, obtiene información sobre unos procesos que luego vende a otra compañía, y todo bajo la batuta de un Gobierno extranjero.

Cada vez más escurridizos

Los ladrones de secretos corporativos son hoy mucho más sofisticados y difíciles de atrapar. “Desde el 11 de septiembre se ha producido un aumento radical en las actividades de espionaje industrial no perseguidas, pagadas por grandes empresas que espían de todo, desde miembros del Gobierno a otras empresas o incluso organizaciones no gubernamentales que puedan dañar sus intereses”, asegura a El Confidencial Annie Machon, antigua agente del Mi5 británico y experta en espionaje. “Empresas como Dilligence, que ha fundado uno de mis excompañeros en la inteligencia británica, u otras comoKroll, Aegis o la antigua Blackwater… Lo que hacen nadie lo revisa: son como mercenarias del espionaje industrial”.
Estas empresas, según Machon, cubrirían el espectro de la vigilancia entre grandes corporaciones, mientras que las agencias de espionaje como el GCHQ británico o la NSA estadounidense se encargarían de husmear en los Gobiernos y entidades públicas o relevantes para la seguridad nacional.


“El espionaje industrial es ilícito y nosotros no lo realizamos bajo ningún concepto”, defiende en El Confidencial Javier Cortés, responsable de Kroll España y Portugal, una de las más famosas firmas de inteligencia corporativa. “Obtenemos información de dominio público difícil de encontrar, o tenemos fuentes confidenciales que trabajan en determinados mercados y que nos dan información de ese mercado en concreto, adoptando medidas muy duras de conformidad con la ley: no pueden trabajar en la empresa de la que están hablando ni tener a ningún familiar dentro”.
Algunos critican que bajo esta modalidad de “inteligencia corporativa” lo que hay en realidad son espías de pago que poseen información privilegiada. Cortés asegura que su misión es mucho más sencilla: cuando una empresa va a contratar, por ejemplo, a un director financiero y quiere saber si existe algo en su pasado o presente que deba saber, algo que pueda dañar la reputación del empleador, Kroll se pone en contacto con el sector de los Consejeros Financieros y habla con ellos para ver qué saben del candidato.

martes, 3 de marzo de 2015

Saber más y antes que tus competidores



Fuente: ALEXANDR DUBOVITSKIY (GETTY)

España asoma la cabeza del agujero de la crisis con el cuerpo empobrecido y el cinturón apretado, sin que en su horizonte inmediato aparezca ese modelo productivo basado en el conocimiento que debe engancharnos a un futuro de bienestar. Nuestro país mejora su baja competitividad con la vieja fórmula del "hacer más con menos"- reducir plantillas, bajar salarios,trabajar más-,pero no hay porvenir seguro en esa carrera, salgo que se pretenda competir con indios y chinos al precio de un euro por hora de trabajo.

La sustitución de una economía sustentada en los bajos costes por otra cimentada en el conocimiento ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad. Tener información de calidad sobre los entornos competitivos y poder disponer de ella antes que los rivales es una ventaja económica de primer orden.

"La competitividad de la economía de un país desarrollado depende de la gestión del conocimiento entendido tanto como el fomento y protección de la tecnologá y la I+D nacional, como de la transformación de la información en inteligencia". Lo ha dicho el director del CNI (Centro Nacional de Inteligencia), Féliz Sanz Roldán, en encuentros reservados con empresarios y lo sostienen a coro muchos analistas-

Si eso es así, España tiene que sumar a sus retos pendientes el de incorporar la Inteligencia Económica (IE) a la dirección de sus empresas. No es un secreto que, al igual que el resto de los Servicios de los países desarrollados, y en algunos de los no desarrollados, el CNI tiene en su seno una unidad dedicada a proteger y a suministrar información relevante a las empresas españolas de los sectores estratégicos. Hace tiempo que el principal desafía de los países es el económico y que la influencia se mide por el potencial empresarial, más que por la capacidad militar,política, religiosa o cultural. La Directiva de Defensa de 2012 apuntó la crisis económica como la primera amenaza a la seguridad de España.

Con retraso respecto a otros países europeos, la Inteligencia Económica (IE) y sus versiones privadas: la Inteligencia Empresarial, Competitiva o Corporativa, han venido a sumarse a las palabras clave del momento español: reindustralización, internalización, salto tecnológico, economía digital... La IE es la disciplina académica de moda, aunque en ocasiones se confunda con el marketing y su definición pueda resultar farragosa y vaga. "Es el esfuerzo coordinado de obtención, tratamiento y difusión de información útil para los operadores económicos, esfuerzo que incluye la protección de información sensible para las compañías interesadas", indica la Comisión Europea. Asegurar el acceso a los recursos básicos; facilitar la penetración de las empresas nacionales en los mercados extranjeros y la llegada de nuevos inversores; proteger la marca país y la prima de riesga, neutralizar las maniobras especulativas financieras y las operaciones hostiles o de espionaje industrial son algunos de las misiones de la IE pública.

Los asaltos cibernéticos, el espionaje entre estados que se disputan contratos para sus empresas, los ataques a la reputación de las marcas y a la privacidad corporativa o personal aumentan sin cesar, al tiempo que se multiplican los artificios y programas tecnológicos dirigidos a interceptar las comunicaciones o a penetrar en los sistemas informáticos para saquear los archivos. Si usted recibe una tarjeta postal electrónica de un rival comercial, lo normal es que deba agradecerle
 ese noble gesto entre competidores, pero, por si acaso, asegúrese de que no contiene un Lover Spy, programa que se duplica en el sistema a través de un dispositivo oculto para registrar las acciones que se realizan en el ordenador a partir del primer clic y enviarlas posteriormente al remitente.

"Gestionar de manera eficaz la información sobre el entorno competitivo en las empresas es crucial para sobrevivir en estos mercados, cambiantes y globales. Si las empresas no crean y consolidan sus ventajas competitivas están condenadas a la bancarrota", sentencia Sonia Gogova Nitchiporenko, ingeniera industrial y directora de Inteligencia Competitiva en Telefónica desde 1997 a 2006. Cursos superiores, postgrados y másteres en IE brotan en las universidades públicas y privadas al tiempo que antiguos agentes del CNI abren empresas de asesoramientos y cientos de alumnos aspiran a convertirse en analistas de inteligencia económica. Y, sin embargo, no puede decirse que la eclosión del interés venga acompañada de sustanciales avances en la utilización de materia."Hay poco mercado fuera de las grandes compañías. Las PYMES solo acuden a nosotros en situaciones extremas y por cuestiones de seguridad más que otra cosa. A las PYMES la IE les sigue sonando a música celestial",señala un antiguo agente.
La brecha del retraso español persiste y está por ver si no se agrandará en el futuro, pese a las iniciativas para estructurar la IE pública que el Gobierno adoptó con la Estrategia de Seguridad Nacional cuando nuestra prima de riesgo superaba los 600 puntos y cundía la sospecha de que la escalada estaba dirigida por elementos interesados en que la UE interviniera a España. El 21 de mayo de 2013, el presidente Rajoy anunció la creación del Sistema de Inteligencia Económica (SIE) dedicado a "analizar y facilitar la información económica, financiera y empresarial estratégica relevante, oportuna y útil para apoyar la acción del stado y una mejor toma de decisiones". Un año largo después, el SIE sigue sin ser desarrollado. Sus funciones teóricas recaen ahora en el Departamento de Seguridad Nacional (DSN), que dirige Alfonso de Senillosa, y que actúa como Secretaría del Consejo Nacional de Seguridad (DSN), órgano de representación institucional encargado de conjurar todo tipo de riesgos y amenazas. El Consejo se reúne cada dos eses y su presidencia, rotatoria anualmente, recae actualmente en el CNI.

Además del Departamente de Seguridad Nacional, la Vicepresidencia del Gobierno cuenta para el mismo cometido de la IE con las aportaciones de la Oficina Económica de la Presidencia y con las de la Comisión Delegada de los Asuntos de Inteligencia, donde se integra el CNI. La dirección, el control de la coordinación de los esfuerzos que se realizan en las embajadas y sus agregadurías comerciales, el ICEX (España Exportación e Inversiones), el Banco de España, las Cámaras de Comercio, la embajada en la UE y el CNI, descansan en última instancia en la Vicepresidencia.

No puede decirse que la fórmula finalmente adoptada haya disipado las inquietudes de quienes claman por una IE pública eficaz. "Parece un totum revolutum. La IE debe ser un gran radar puesto al servicio de una estrategia de país, que es lo que falla aquí porque desde arriba no iluminan esta cuestión", afirma José Luis De la Fuente O'Conors, profesor de Vigilancia Estratégica e Inteligencia Tecnológica y asesor de Iberdrola."Participo de la sensación de desencanto. Todo hace indicar que la burocracia, los protagonismos y las disputas por el control, han echado por tierra el SIE", señala, a su vez, Fernando Esteve Mora, profesor de Economía de la Autónoma de Madrid. "Habría que nombrar un responsable y asegurar la participación de las empresas", abunda Juan Antonio González Bule, presidente del Consejo Asesor de Grupo S21.


Fuente: elpaís.com